¿Qué es la glándula tiroides
y cuál es su función?
El tiroides es una glándula situada en la cara anterior
del cuello, inmediatamente por debajo de la nuez. Tiene
forma de mariposa y cada lóbulo (cada ala de la mariposa)
está situado a ambos lados de la tráquea.
Su función es producir hormonas tiroideas, llamadas T4
(tiroxina) y T3 (triyodotironina). Estas hormonas estimulan
la actividad metabólica del organismo, de forma
que su deficiencia (hipotiroidismo) causa un cuadro de
enlentecimiento general de casi todas las funciones,
manifestándose clínicamente por cansancio, somnolencia,
estreñimiento, sensación de frío y ganancia de
peso por retención de líquidos.
La producción y la secreción de hormonas tiroideas están
reguladas por otra hormona producida por la hipófisis,
que es la TSH. Cuando las hormonas tiroideas
disminuyen en sangre, la hipófisis produce más tirotropina
(TSH) para estimular al tiroides a que produzca
más T4 y T3. A la inversa, cuando la T4 y/o la T3 están
altas en sangre, la hipófisis deja de producir TSH, de
forma que su concentración en sangre baja.
¿Es frecuente el cáncer de tiroides?
Aunque es el cáncer endocrinológico más frecuente,
en comparación con otros tipos de tumores, el cáncer
de tiroides es muy poco frecuente. En España se
diagnostican unos 3.000 casos cada año. La mayoría
son cánceres diferenciados, que con muy alta frecuencia
pueden ser curados con un tratamiento adecuado,
y en los que el pronóstico es excelente con un seguimiento
especializado.
¿Qué tipos de cáncer de tiroides hay?
Todos los tipos de células que constituyen el tiroides
son susceptibles de malignizarse y provocar un cáncer
de tiroides. Sin embargo, el 90% de ellos surge de las
propias células que producen las hormonas tiroideas,
dando lugar a los carcinomas papilares y foliculares
de tiroides.
Estos dos tipos de tumores se diferencian en su aspecto
al microscopio pero tienen un tratamiento y una evolución
similares, por lo que se suelen agrupar bajo el nombre de
carcinomas diferenciados de tiroides. A estos tipos
de cáncer es a los que se hará referencia en esta guía.
Los carcinomas papilares tienden a extenderse por vía
linfática, hacia los ganglios del cuello, mientras que los
carcinomas foliculares tienden a propagarse hacia
los huesos y pulmones por vía sanguínea.
El restante 10% de los cánceres de tiroides surge de
otras células tiroideas y tienen un comportamiento, un
tratamiento y una evolución distintos, por lo que no serán
considerados en esta guía. Son los carcinomas
medulares, anaplásicos, linfomas tiroideos, etc.